El Nuevo Herald
November 7, 2004
Ketty Rodriguez
Cuando venga al downtown de Miami por la salida de Biscayne Boulevard y la autopista I-95, se encontrará con algo sorprendente: un bosque de manglares pintado en las columnas, palmeras sembradas en las esquinas y dos inmensos manatíes dibujados en la rampa del puente.
¿Y cómo ocurrió esta transformación?. Cientos de voluntarios de la organización Hands On Miami Day, con la colaboración de United Way y Carnival Cruise Lines, limpiaron, sembraron plantas y embellecieron con arte, una de las puertas de acceso al centro de la ciudad que antes lucía abandonada y llena de vagabundos.
”La ciudad no tiene recursos y gracias Hand on Miami, hoy [ayer] se han podido limpiar varios vecindarios y embellecer con arte público estos lugares”, dijo el alcalde Manny Díaz mientras supervisaba el trabajo artístico del pintor cubanoamericano Xavier Cortada.
El artista utilizó semillas de manglares –buena parte de la ciudad era antes un manglar– para simbolizar el arraigo de miles de inmigrantes y el desarrollo en ciernes de una joven ciudad como Miami.
”Los inmigrantes que llegan a Miami son semillas que llegan a nuestras costas para crecer y esa es la idea que queremos representar con este bosque de manglares”, dijo Cortada.
Además, de la misma forma como se entrelazan las raíces de los manglares para hacerse fuerte y soportar los embates de un huracán, los residentes de Miami pueden, explicó el artista, unirse para hacer de la ciudad un mejor lugar para todos.
En cuanto a la presencia vagabundos que pululan debajo de los puentes, uno de los funcionarios de la Ciudad de Miami, aseguró que existe la esperanza de que ”se rompa el ciclo” que los impulsa a quedarse en estos lugares.
”Ellos pueden volver, pero se encontrarán una zona limpia y pintada y sabrán que estaremos supervisando la zona”, señaló Eddie Padilla, administrador comunitario de la ciudad.
Un total de 30 proyectos para limpiar, pintar y sembrar plantas en áreas de Miami Beach, La Pequeña Habana, El Pequeño Haití, Allapattah y Overtown contaron ayer con la participación de 3,000 voluntarios, quienes regalaron a la comunidad 15,000 horas de trabajo en un solo día.
”Es importante limpiar y mejorar nuestra ciudad. Es una forma de devolver algo de lo que nos ha dado”, expresó el juez Steve Leifman, mientras servía como voluntario en uno de los proyectos.
La ocasión sirvió además para que los más jóvenes también colaboraran. ”Es mejor estar pintando estas paredes que estar viendo televisión en la casa”, dijo Chris Sowers, de 14 años, quien junto a su mamá Ana Sowers, decoraban la salida suroeste de la autopista I-95, a la altura de la Calle 8 y la 4ta avenida.
Ayer, Hands on Miami, la organización más grande de voluntarios de la ciudad cumplía 10 años de servicio ininterrumpido.
”Las cuatro horas que hemos dedicado hoy [ayer] son un ejemplo fácil para todo aquel que quiera involucrarse y convertirse en voluntario”, indicó Julio Piti, miembro de la junta directiva de Hands on Miami.